viernes, 10 de septiembre de 2010

La misión estaba a unas cuadras de casa

Con motivo de la histórica inundación en toda la ribera de Quilmes, el Domingo 5 de septiembre, animadores del oratorio, se han puesto las botas,  mochilas y bolsas en mano. Estábamos listos para meternos y repartir mercadería y ropa entre las familias más afectadas.
A continuación les dejamos una nota que escribió Paula en relación a este día de misión...


"¡cuidado con el barro!"
"¿te ayudo con esa bolsa?"
"¡vamos que falta poco!"

Algunas de estas frases se escucharon mientras repartíamos la mercadería a algunas casas de la ribera.
El trabajo en equipo, los que acomodaban ropa, los que transportaban, los que interactuaban con la gente, los que cocinaban, los que hacían chistes, el que tenía fuerza, el que caminaba más rápido...
Todo esto pasaba en la jornada de trabajo de hoy (Domingo 05/09/2010).
La caminata fue larga, pero sabíamos que en cada una de esas casitas alejadas, estaba Jesús. Y entonces los pies no dolían tanto, y la sonrisa se hacía constante. La alegría de servir se respiraba en el aire.
El trabajo en comunidad con la gente de exaltación que organizó todo, con vane, con los seminaristas, fue un regalo de Dios en este día, una bendición de nuestro "cefe".
Gracias a todos!
No hace falta tomarse un colectivo. La misión estaba a unas cuadras de casa...

Animadores del Oratorio Ceferino Namuncura

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